Cesteria africana

Cestería africana

Esta técnica, que produce objetos a la vez ligeros, resistentes y poco costosos, está bien adaptada al modo de vida africano. Por todos los sitios extendida, se practica, dependiendo de las regiones, por los hombres o por las mujeres.

Una vez más, la naturaleza provee la materia prima. Son diferentes hierbas, lianas, rafia, las nervaduras de las hojas, de la palmera datilera, del papiro, del sorgo. Los diferentes modos de trenzado, a veces muy complejos, tienen puntos en común con la acción de tejer. Por regla general, el trenzado cruzado o ajedrezado es el preferido en el oeste africano, mientras que las técnicas de enroscado son más frecuentes en el centro y el sur del continente.

Se producen en cestería una infinidad de objetos, de cestos, de canastos y evidentemente de otros recipientes, pero también esteras o escudos. La cestería puede incluso substituir en algunos casos a la cerámica, ya que un trabajo muy cerrado da recipientes impermeables, como los utilizados en Etiopia para conservar la leche. Otros, al contrario, sirven de colador o de filtro.

Para realizar los motivos decorativos el artesano emplea en ciertos lugares fibras teñidas que contrastan con aquellas que han conservado su color original.

La cestería tiene sus artistas. Pensamos inmediatamente en los tutsi de Ruanda y en sus delgados recipientes de forma espiral, con una tapadera afilada en punta, adornados con motivos geométricos. Entre los lozi de Zambia, un proceso comparable permite representar también animales.

En el pasado, las mujeres Mangbetu del Zaire practicaban mucho la cestería. Primero, porque confeccionaban canastos en los que conservaban sus objetos personales, joyas o medicinas, pero sobre todo porque trenzaban con hojas taparrabos de forma oval, para los que rivalizaban en inventiva.

En Zimbawe, muchas mujeres Tonga utilizan técnicas tradicionales de tejido para elaborar cestas y platos de complejos modelos. Los platos de tamaño más grande todavía se utilizan por los Batonga para su propósito original de separar el grano.

Para tejer un plato Binga se parte de una característica base cuadrada dividida en cuatro partes, posteriormente se continua con un tejido simple, finalmente se rematan con un borde de fibra en espiral con un distintivo diseño. Se tardan unos tres días en tejer un plato de 40 cm.

Continuando en el Zaire, los Bwaka entrelazan en la superficie de sus cajas, motivos geométricos complejos cuya delicadeza produce un efecto de bordado. No dejan de estar relacionados con los motivos aterciopelados del Kasai y el arte de la escultura de los Kuba.

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